CATEGORÍAS KANTIANAS


A POSTERIORI
AQUELLO QUE TIENE COMO FUNDAMENTO LA EXPERIENCIA O QUE SE OBTIENE DE ELLA.
Lo “a priori” y “a posteriori” no se limita al tema del conocimiento, también está presente en la ética kantiana. En general, “a priori” es lo que no tiene su origen ni mediato ni inmediato en la experiencia, y “a posteriori” es lo que tiene un origen empírico pues descansa en la experiencia, y en último término en la percepción.

A PRIORI
LOS ELEMENTOS, PRINCIPIOS, ESTRUCTURAS O CONOCIMIENTOS QUE NO TIENEN UN ORIGEN EMPÍRICO PUES DESCANSAN EN LA NATURALEZA DE LA PROPIA RAZÓN.
Uno de los objetivos fundamentales de la filosofía kantiana es la comprensión de la existencia de lo a priori: en el ámbito del conocimiento, los conocimientos sintéticos a priori que creyó encontrar en las matemáticas y en la Física de Newton, en el ámbito de la moral, los mandatos a priori, incondicionados o absolutos, como es el caso de los imperativos categóricos.

CONOCIMIENTO A PRIORI
EL CONOCIMIENTO INDEPENDIENTE DE LA EXPERIENCIA Y QUE DESCANSA EN LA PROPIA FACULTAD DE CONOCIMIENTO. POSEE VERDADERA UNIVERSALIDAD Y ESTRICTA NECESIDAD.
El propio Kant señala en la Introducción a la “Crítica de la Razón Pura” que esta expresión es un tanto inexacta pues a veces decimos que somos capaces de obtener a priori algunos conocimientos que, sin embargo, derivan de fuentes empíricas. Estos conocimientos no los derivamos inmediatamente de la experiencia pero sí de alguna regla universal que descansa, no obstante, en ella: si quitamos los cimientos de nuestra casa podremos saber a priori, antes de que ocurra, que nuestra casa se va a caer. Pero esto no es enteramente a priori pues necesitamos saber, por experiencia, que los cuerpos pesados se caen. En conclusión, entiende por conocimiento a priori el que es absolutamente independiente de toda experiencia, no de esta o aquella experiencia.
La necesidad y la universalidad estricta son criterios seguros de conocimiento a priori y se hallan inseparablemente ligados. Kant creyó que la matemática y la física pura (los principios de la física de Newton) no tienen un origen empírico sino a priori. La metafísica es incapaz de alcanzar conocimiento sintético a priori.

CONOCIMIENTO A POSTERIORIA PRIORI
O CONOCIMIENTO EMPÍRICO. ES EL CONOCIMIENTO BASADO EN LA EXPERIENCIA Y EN ÚLTIMO TÉRMINO EN LA PERCEPCIÓN.
Nos dice qué es lo que existe y sus características, pero no nos dice que algo deba ser necesariamente así y no de otra forma, ni nos da verdadera universalidad. Este tipo de conocimiento tiene carácter:
• particular: no puede garantizar que lo conocido se cumpla siempre y en todos los casos, como ocurre en el conocimiento “en Otoño, los árboles pierden sus hojas”;
• y contingente: el objeto al que atribuimos una propiedad o característica es pensable que no la tenga: incluso si hasta ahora los árboles siempre han perdido sus hojas en Otoño, es pensable que en un tiempo futuro no las pierdan.
El empirismo considera que todo conocimiento de la Naturaleza es a posteriori, sin embargo Kant creyó que una parte de este conocimiento es a priori (universal y necesario), y ello en base a que “todo conocimiento empieza con la experiencia, pero no por eso todo él procede de la experiencia”.

ANALÍTICA TRASCENDENTAL
PARTE DE LA "CRÍTICA DE LA RAZÓN PURA" EN LA QUE KANT ESTUDIA EL ENTENDIMIENTO PARA AVERIGUAR EL MODO EN QUE ESTA FACULTAD COGNOSCITIVA PARTICIPA EN EL CONOCIMIENTO SINTÉTICO A PRIORI. TRATA DE LOS ELEMENTOS DEL CONOCIMIENTO PURO DEL ENTENDIMIENTO Y DE LOS PRINCIPIOS SIN LOS CUALES NINGÚN OBJETO PUEDE SER PENSADO.
Se llama “analítica” porque descompone o analiza todo nuestro conocimiento a priori hasta llegar a los elementos no empíricos o puros del Entendimiento. Las dos secciones o capítulos más importantes de la “Analítica Trascendental” son la deducción trascendental de la categorías y la deducción metafísica de las categorías. Las conclusiones fundamentales de la "Analítica trascendental" son:
• en el Entendimiento encontramos elementos no empíricos, elementos a priori a los que Kant llama categorías;
• esta facultad impone condiciones intelectuales para poder pensar los objetos que se ofrecen a la Sensibilidad;
• aunque no tienen origen empírico, las categorías y los principios puros del entendimiento sólo pueden tener un uso empírico: pueden utilizarse para conceptualizar o comprender el material que se da a la Sensibilidad (como cuando digo “estoy escribiendo sobre una mesa” o que “mi brazo es la causa del desplazamiento de la silla en el salón”, ...) pero no para conceptualizar o comprender lo que está más allá de la experiencia empírica o percepción (como cuando digo “Dios es uno” o “Dios es la causa de la existencia de las cosas”).

AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD
LLAMAMOS AUTÓNOMO A UN SUJETO CUANDO SE DA A SÍ MISMO SUS PROPIAS LEYES Y ES CAPAZ DE CUMPLIRLAS. LA AUTONOMÍA DE LA VOLUNTAD DESCRIBE LA CIRCUNSTANCIA DE QUE CUANDO UN SUJETO SE COMPORTA MORALMENTE ÉL MISMO SE DA LAS LEYES A LAS QUE SE SOMETE, PUES DICHAS LEYES TIENEN SU ORIGEN EN LA NATURALEZA DE SU PROPIA RAZÓN.
Esta tesis kantiana es una consecuencia de los ideales de la Ilustración (que tiene en Kant a uno de sus representantes más importantes): la emancipación de la humanidad, tanto social como individualmente, el paso a su mayoría de edad, es una consecuencia de la realización de la Razón en la vida privada y pública.

VOLUNTAD
FACULTAD GRACIAS A LA CUAL PODEMOS DETERMINARNOS (PODEMOS DETERMINAR NUESTRA CONDUCTA) EN VIRTUD DE PRINCIPIOS. ES EL “MOTOR DE LA ACCIÓN”.
Kant distingue la voluntad santa y la voluntad humana:
• Voluntad santa es aquella que sólo puede ser determinada por la razón, nunca por la inclinación, como ocurre en Dios. Para esta voluntad la ley moral no tiene la forma de imperativos puesto que inevitablemente, dada su constitución, cumplirá la ley.
• La voluntad humana puede ser determinada, además de por la razón, por la inclinación. Dado que la inclinación puede movernos a realizar una acción contraria al deber, en nuestro caso la ley moral tiene la forma de imperativo (“debes hacer X”).

BUENA VOLUNTAD
LA VOLUNTAD QUE ES BUENA EN SÍ MISMA, QUE ES BUENA NO PORQUE GRACIAS A SU ACTUACIÓN EL SUJETO PUEDA ALCANZAR UN DETERMINADO FIN SINO PORQUE ACTÚA EXCLUSIVAMENTE POR DEBER.
Y ello aunque luego las acciones que el sujeto hace puedan verse truncadas en su intención, o puedan tener consecuencias no queridas por el sujeto e incluso contrarias a la felicidad de los demás. La buena voluntad es la que interviene cuando queremos hacer el deber por el deber.

CATEGORÍAS O CONCEPTOS PUROS DEL ENTENDIMIENTO
CONCEPTOS INNATOS O NO EMPÍRICOS DEL ENTENDIMIENTO, AUNQUE LEGÍTIMOS POR SER LA CONDICIÓN DE POSIBILIDAD PARA PENSAR LOS OBJETOS QUE SE OFRECEN A LA EXPERIENCIA.
El Entendimiento es capaz de generar conceptos a partir de la experiencia (conceptos empíricos como el concepto "perro", el concepto "mesa", ...); pero en el Entendimiento también se encuentran conceptos o representaciones que no se extraen de la experiencia y que recuerdan las ideas innatas del racionalismo. Estas representaciones no empíricas del Entendimiento constituyen la condición de posibilidad para poder pensar los objetos, son, según Kant, doce, y reciben el nombre de categorías.

CONOCER
ES LA SÍNTESIS DE CONCEPTO E INTUICIÓN: UN CONCEPTO ES LEGÍTIMO SI ES POSIBLE LA INTUICIÓN O PERCEPCIÓN DEL OBJETO AL QUE SE REFIERE; UNA INTUICIÓN ES CONOCIMIENTO SI DISPONEMOS DEL CONCEPTO ADECUADO PARA PENSARLA.
Kant expresa esta idea con la frase “los pensamientos sin contenido son vacíos; las intuiciones sin conceptos son ciegas”. Cabe conocer cosas tales como los árboles porque de ellos tenemos concepto y podemos tener intuición (podemos percibirlos), pero no conocer lo metafísico (Dios y las almas, por ejemplo) pues aunque de estas entidades tenemos un concepto carecemos de una posible intuición (no los podemos percibir).

DEBER
KANT DEFINE EL DEBER COMO “LA NECESIDAD DE UNA ACCIÓN POR RESPETO A LA LEY”.
Las acciones pueden ser hechas por inclinación (mediata o inmediata), o por deber. Son hechas por inclinación cuando las hacemos porque nos parece que con ellas podemos obtener un bien relacionado con nuestra felicidad: en el caso de las que se buscan por inclinación inmediata porque la acción misma produce inmediatamente satisfacción (ver una película, por ejemplo); en el caso de las que hacemos por inclinación mediata porque con dichas acciones conseguimos una situación, hecho o circunstancia que produce satisfacción o ausencia de dolor (ir al dentista, por ejemplo). Sin embargo, las acciones hechas por deber se hacen con independencia de su relación con nuestra felicidad o desdicha, y con independencia de la felicidad o desdicha de las personas queridas por nosotros, se hacen porque la conciencia moral nos dicta que deben ser hechas.

DEDUCCIÓN METAFÍSICA DE LAS CATEGORÍAS
PARTE DE LA "ANALÍTICA TRASCENDENTAL" QUE INVESTIGA CUÁNTAS Y CUALES SON LAS CATEGORÍAS (LOS CONCEPTOS PUROS DEL ENTENDIMIENTO).
Kant creyó que hacer un juicio es categorizar o conceptualizar (en el juicio "la mesa de la habitación es negra" conceptualizamos la realidad a la que se refiere el sujeto –la mesa– como siendo o teniendo determinadas características –como siendo negra–) y que, por lo tanto, habrá tantas formas puras de categorizar o conceptualizar, como formas puras de juicios. Dado que existe una relación especial entre las categorías y los juicios, pensó Kant, podemos averiguar cuántos y cuáles son dichos conceptos puros utilizando como "hilo conductor" la investigación de los tipos de juicios. La lógica de su tiempo ya había hecho esta investigación y Kant acudió a ella para establecer la tabla de categorías.

DEDUCCIÓN TRASCENDENTAL DE LAS CATEGORÍAS
PARTE DE LA “ANALÍTICA TRASCENDENTAL" EN LA QUE KANT MUESTRA LA LEGITIMIDAD DE LA APLICACIÓN DE LAS CATEGORÍAS A LO DADO A LA SENSIBILIDAD. EN ESTA SECCIÓN NOS ENSEÑA CÓMO EL CONOCIMIENTO A PRIORI ES POSIBLE EN TANTO QUE LOS OBJETOS A LOS QUE SE REFIERE ESTE CONOCIMIENTO SE SOMETEN A LAS CONDICIONES INTELECTUALES DE LA EXPERIENCIA, CONDICIONES QUE EL PSIQUISMO IMPONE PARA QUE ALGO PUEDA SER EXPERIMENTADO.
Las categorías se usan de un modo adecuado cuando las aplicamos a los objetos que se dan a la experiencia pero no cuando con ellas intentamos pensar objetos que estén más allá de la experiencia, para pensar objetos trascendentes; así por ejemplo, el concepto de unidad tiene un valor objetivo si lo usamos para pensar el objeto que tengo delante como una mesa, pero no para pensar en Dios como siendo una realidad; o la categoría de causa–efecto tiene valor objetivo cuando la aplico a la relación existente entre fenómenos (como el fenómeno de calentar el agua a 100 grados y el fenómeno de hervir el agua), pero no es válida cuando la utilizo para pensar en un ser trascendente como Dios y decir de él que es causa del mundo.

PRINCIPIOS PRÁCTICOS
A DIFERENCIA DE LOS PRINCIPIOS TEÓRICOS, QUE SON JUICIOS DESCRIPTIVOS DE LA REALIDAD, LOS PRINCIPIOS PRÁCTICOS SON JUICIOS O LEYES O REGLAS QUE DESCRIBEN LA CONDUCTA A LA QUE SE DEBE SOMETER UN SER RACIONAL, DESCRIBEN −O PRESCRIBEN− EL DEBER SER.
Si los principios indican el comportamiento que seguimos habitualmente dadas tales o cuales circunstancias entonces reciben el nombre de máximas; son propiamente leyes prácticas o principios prácticos objetivos si no indican cómo nos comportamos comúnmente sino cómo nos tenemos que comportar. Dado que dichos principios tienen su origen en la razón, si la conducta de un ser estuviese determinada exclusivamente por la razón dichas leyes describirían su conducta y no tendrían para él la forma de mandatos; éste es el caso de Dios; en los seres que pueden obrar a partir de lo que les indica su razón práctica pero también como consecuencia de inclinaciones o impulsos empíricos, la ley moral es constrictiva para su voluntad, tiene la forma de imperativo (en el caso de la voluntad divina, la ley de no mentir no le manda propiamente que no mienta ya que no puede dejar de mentir; en el caso de la voluntad humana le ordena que no mienta ya que su conducta puede estar influida por un deseo o interés que le mueva a mentir). Si el mandato manda algo como bueno absolutamente, como de realización necesaria independientemente del provecho o perjuicio que implique, entonces el imperativo es categórico; si manda algo de forma condicionada, si manda algo porque lo mandado es un buen medio para la realización de un propósito ulterior entonces el imperativo es hipotético. Finalmente, si el propósito es un fin no común a todos los hombres el mandato recibe el nombre de imperativo de la habilidad, y si es común a todos el de imperativo de la prudencia.

MÁXIMAS
SON LOS PRINCIPIOS PRÁCTICOS SUBJETIVOS QUE DESCRIBEN EL MODO DE CONDUCIRNOS DADAS TALES Y CUALES CIRCUNSTANCIAS. LAS MÁXIMAS DE CONDUCTA PUEDEN SER BUENAS O MALAS.
Según Kant, son máximas malas aquellas que no pueden universalizarse, por ejemplo, la máxima de conducta "cuando en un examen necesito copiar porque no recuerdo las respuestas verdaderas, copio" no puede universalizarse pues en tal caso el examen carecería de sentido, luego la máxima es mala.

IMPERATIVOS
O MANDATOS. PRINCIPIOS PRÁCTICOS OBJETIVOS QUE DESCRIBEN CÓMO NOS DEBEMOS CONDUCIR. TIENEN CARÁCTER CONSTRICTIVO.
Cuando la razón se dirige al conocimiento de la realidad da lugar a principios o leyes descriptivas (del tipo “2 + 2 = 4”, o “el agua hierve a 100º”); cuando utilizamos la razón para la dirección de nuestra conducta obtenemos mandatos (del tipo “debes parar ante el semáforo en rojo”, “debes ser amable con las personas que te presentan”, “no debes mentir”, ...). Kant denomina “principios prácticos” a los mandatos porque son leyes, pero leyes no teóricas sino prácticas o relativas a la acción. Dice también que son “objetivos” puesto que aspiran a servir para todo sujeto racional, y de ese modo diferenciarlos de las máximas o principios prácticos subjetivos.

IMPERATIVO CATEGÓRICO
O IMPERATIVO APODÍCTICO. MANDATO CON CARÁCTER UNIVERSAL Y NECESARIO: PRESCRIBE UNA ACCIÓN COMO BUENA DE FORMA INCONDICIONADA, MANDA ALGO POR LA PROPIA BONDAD DE LA ACCIÓN, INDEPENDIENTEMENTE DE LO QUE CON ELLA SE PUEDA CONSEGUIR. DECLARA LA ACCIÓN OBJETIVAMENTE NECESARIA EN SÍ, SIN REFERENCIA A NINGÚN PROPÓSITO EXTRÍNSECO. PARA KANT SÓLO ESTE TIPO DE IMPERATIVO ES PROPIAMENTE UN IMPERATIVO DE LA MORALIDAD.
Los imperativos categóricos tienen la forma general "debes hacer X", o, en su versión prohibitiva, "no debes hacer X"; "debes ser veraz", "no debes robar", son ejemplos de imperativos categóricos. De todas formas es preciso tener cuidado porque la mera expresión lingüística no es suficiente para determinar si el imperativo que ha guiado nuestra conducta es hipotético o categórico: para averiguar si es uno u otro el caso es preciso referirse a lo que ha movido nuestra voluntad: si no hemos robado, nuestra conducta es conforme al deber (conforme al imperativo “no debes robar”), pero si no hemos robado por miedo a la policía, el imperativo que hemos seguido es hipotético (“no debes robar si no quieres tener problemas con la policía”); sin embargo, si no hemos robado porque la acción de robar es mala en sí misma, independientemente de si nos pueda detener o no la policía, entonces nuestro imperativo es categórico. Kant consideró que nunca se puede estar absolutamente seguro de que nuestra conducta no haya estado motivada por un interés o por algún temor, y por ello concluyó que cuando nos parece seguir un imperativo categórico siempre es posible que el imperativo por el que nos regimos sea hipotético.

Kant da también unas fórmulas generales del imperativo categórico, fórmulas que resumen todos los mandatos morales:

FÓRMULAS DEL IMPERATIVO CATEGÓRICO

Fórmula de la ley universal
"Obra sólo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se torne ley universal"
Fórmula de la ley de la naturaleza
"Obra como si la máxima de tu acción debiera tornarse, por tu voluntad, ley universal de la naturaleza"
Fórmula del fin en si mismo:
"Obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre como un fin al mismo tiempo y nunca solamente como un medio"
Fórmula de la autonomía:
"Obra como si por medio de tus máximas fueras siempre un miembro legislador en un reino universal de fines"

IMPERATIVOS HIPOTÉTICOS
SON LOS IMPERATIVOS QUE PRESCRIBEN UNA ACCIÓN COMO BUENA PORQUE DICHA ACCIÓN ES NECESARIA PARA CONSEGUIR ALGÚN PROPÓSITO. SE DIVIDEN EN IMPERATIVOS HIPOTÉTICOS DE LA HABILIDAD E IMPERATIVOS HIPOTÉTICOS DE LA PRUDENCIA.
Son imperativos hipotéticos problemáticos (reglas de la habilidad) cuando el fin o propósito para el que es buena la acción es sólo posible, es decir, no es un fin al que los hombres tiendan por naturaleza, sino que se puede querer o no querer; el mandato “debes entrenar esta tarde” pertenece a este tipo pues describe el modo de comportarse adecuado para un fin nada universal: jugar bien en el partido de fútbol de mañana. Son imperativos hipotéticos asertóricos (reglas de la prudencia, consejos de sagacidad) cuando el fin en cuestión es real, esto es, un fin al que se puede suponer tienden todos los hombres por naturaleza; este fin es, según Kant, la felicidad; el mandato “debes moderar tus pasiones y deseos” pertenece a este grupo pues describe el modo de comportarse para la realización de un fin universal o común a todos los hombres: la felicidad.
Los imperativos hipotéticos tienen la forma general "debes hacer X si quieres conseguir Y". Kant creyó que las éticas materiales sólo pueden fundamentar mandatos problemáticos o mandatos asertóricos, pero nunca mandatos morales en sentido estricto o imperativos categóricos. Los imperativos hipotéticos (al igual que los juicios sintéticos a posteriori) son particulares y contingentes: los de la habilidad no mandan de forma universal ya que no todo el mundo tiene los mismos fines; los de la prudencia tienen un carácter más universal puesto que se refieren a la felicidad, algo a lo que todos aspiran, pero en sentido estricto tampoco son universales y necesarios:
• lo que sea la felicidad depende de las circunstancias empíricas de cada persona;
• pero incluso aunque fuese la misma para todos (por ejemplo una vida de conocimiento como parece suponer Aristóteles) el modo de realizar la felicidad depende de circunstancias empíricas (el modo de realizar la vida contemplativa depende de las circunstancias sociales, económicas y políticas de cada época).


·············································································································
FUENTE: http://www.e-torredebabel.com/Historia-de-la-filosofia/Filosofiamedievalymoderna/Kant/Principal-Kant.htm